Día Forestal Mundial
En 2012, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 21 de marzo como Día Internacional de los Bosques.
Según la Organización de las
Naciones Unidas (ONU), los bosques son fundamentales
para combatir el cambio climático, por lo que “contribuyen significativamente al
beneficio de las generaciones presentes y futuras”. Además “ejercen un papel fundamental en la
erradicación de la pobreza y el logro de metas de desarrollo convenidos internacionalmente, incluidos los Objetivos
de Desarrollo Sostenible (ODS)”.
Pero, pese a los múltiples
beneficios ecológicos, económicos y sociales que brindan
los bosques, la deforestación continúa en el mundo a un ritmo sin precedentes.
La mitad
de los bosques que una vez cubrieron la Tierra han desaparecido,
casi el 80% de los bosques primarios han sido destruidos y el resto está amenazado
por la extracción de madera, la reconversión productiva, la minería, los
grandes embalses, las rutas y las pistas forestales, el crecimiento demográfico
y el cambio climático.
Con el fin de
concienciar sobre este problema, el lema de este año para la fecha es “Bosques:
consumo y producción sostenibles”. Se trata de un llamado a
elegir madera sostenible para las personas y el planeta. “Resulta vital consumir
y producir maderas de una manera más amigable con el medio ambiente por
el planeta y sus habitantes. Especialmente teniendo en cuenta que se trata de
un recurso fácilmente renovable si realizamos una gestión sostenible de los
bosques”, insisten desde la ONU.
Durante mucho tiempo hemos
visto a los árboles
como algo puramente funcional u ornamental, como objetos con un
rol marginal. Decoran las calles de la ciudad. Nos ofrecen lugares a la sombra
para descansar y resguardarnos del calor del sol. Nos proporcionan papel y
combustible, frutas y frutos secos. Estas ventajas parecen bastante evidentes.
Sin embargo,
algunos de sus otros beneficios son casi invisibles a simple vista. Los bosques trabajan
silenciosamente, en un segundo plano, limpiando en secreto
nuestras aguas, filtrando nuestro aire y protegiéndonos del cambio climático.
Son los “ángeles de la guarda” de más de mil millones de personas, proporcionando
alimentos, medicinas y combustible a quienes no podrían
tener acceso a estos recursos por ningún otro medio. Albergan más de las tres
cuartas partes de la biodiversidad terrestre del mundo y son el hogar de muchas
de las personas más pobres del planeta.
Imagen: Internet
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